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La sexualidad femenina depende de factores psicológicos, emocionales, culturales, sociales y algunos propios de la anatomía, uno de estos es el piso pélvico; esta es una estructura que se localiza en la pelvis, formada principalmente por músculos y tejido de soporte que se encargan de mantener en suspensión a los órganos pélvicos y abdominales.  El principal componente del piso pélvico es el músculo elevador del ano, que cubre casi la totalidad de la pelvis.  Los órganos pélvicos se dividen en  3 sectores: anterior (vejiga y uretra), medio (útero y vagina) y posterior (recto y conducto anal). El piso pélvico brinda soporte mecánico  a los órganos pelvianos y su correcto funcionamiento se refleja en la continencia urinaria y fecal.

El piso pélvico puede sufrir alteraciones, debidas principalmente al trauma sobre el músculo elevador del ano, como consecuencia  de los embarazos y el parto vaginal, pudiendo presentarse hasta en el 35%  de las mujeres.  Durante el parto además, puede ocasionarse lesiones en las fibras nerviosas y llegar a la atrofia de este músculo, lo cual causa que esta estructura descienda en los sectores anterior y medio, ocasionando alteraciones en la vejiga, uretra, útero y vagina.  

Diferentes estudios sugieren que entre un 25 % y un 50% de las mujeres del mundo, sufrirán de algún tipo de alteración del piso pélvico en el transcurso de su vida, siendo más frecuente en edades avanzadas, se estima que en Estados Unidos anualmente más de 200.000 mujeres corrigen quirúrgicamente esta situación.

Existen factores de riesgo para desarrollar alteraciones del piso pélvico como la obesidad, al soportar un mayor peso; la raza siendo más frecuente en las blancas y latinas; la  edad, presentándose comúnmente en mayores de 40 años y la mayor cantidad de partos vaginales. .

El principal síntoma de este problema es la incontinencia de orina, otros síntomas son: frecuencia urinaria aumentada, dolor pélvico, sensación de urgencia al orinar e incontinencia de esfuerzo y la sensación de “bulto” por prolapso uterino. La sintomatología depende de la severidad de la lesión del piso pélvico y ocasiona una disminución de la calidad de vida en las mujeres, aquellas con menor edad refieren una peor calidad de vida, ya que les preocupa mucho su aspecto físico, mientras que las de mayor edad están más limitadas en sus actividades sociales debido a la dificultad de la movilidad y las reacciones emocionales negativas.

¿Cómo afectan las alteraciones del piso pélvico la sexualidad?

La función sexual es un fenómeno complejo que incluye aspectos físicos, psicológicos, emocionales y de la pareja. Diferentes investigadores han demostrado que existe una asociación entre los síntomas de alteraciones de piso pélvico y la  función sexual femenina.   En relación a las limitaciones que se presentan en la relación sexual, un estudio en mujeres chilenas reveló que durante la relación sexual, un 27,4% refiere sentir dolor; el 64,7% restringe el encuentro sexual por miedo a la incontinencia urinaria; un 68,4% tenía algún grado de miedo a la fugas de orina y un 63,4% de las mujeres manifestaron no sentirse cómodas con sus cuerpos, sentirse menos seguras en su atractivo sexual y avergonzadas con sus parejas.

Las principales  molestias en la sexualidad femenina relacionadas con el prolapso son: la disminución del deseo sexual, la sensación de obstrucción durante la penetración, la laxitud vaginal que genera disminución de la satisfacción sexual y disminuye la intensidad del orgasmo.  Las mujeres con prolapso de vejiga o de útero,  presentan mayor riesgo de sentirse sexualmente inhibidas, menos femeninas y con menor atractivo sexual; además tienen problemas al efectuar algunas posiciones durante la actividad sexual. Estas situaciones afectan la vida sexual de diversas  maneras, pudiendo llegar a problemas en la relación de pareja.

¿A quién acudir?

Los síntomas asociados a la a alteración del piso pélvico han sido descritos como un tema privado para las mujeres. Las dificultades en la relación con los profesionales de salud podría ser un elemento que contribuya a los efectos negativos mencionados. Las mujeres generalmente se sienten incómodas al expresar sus dificultades sexuales, principalmente por falta de confianza y escasa educación para la sexualidad; sumado a esta situación el hecho que los profesionales de la salud disponen de un tiempo limitado para atender a sus pacientes, y  existe generalmente un insuficiente abordaje de la función sexual femenina.

El entendimiento integral de las alteraciones de piso pélvico en las mujeres afectadas, es fundamental para el manejo de los aspectos físicos, psicológicos y culturales que conlleva este problema. Además de las intervenciones en el manejo de síntomas y en la prevención de las alteraciones, es necesario educar a las mujeres, resolver sus dudas y brindar apoyo emocional para disminuir los efectos psicosociales descritos. Un equipo de salud interdisciplinario integrado por profesionales en psicología, ginecología, fisioterapia y  sexología tendría un gran impacto en generar la confianza necesaria en las mujeres, para que ellas pudieran exponer sus dificultades en la función sexual y recibir la ayuda necesaria.

Gran parte de la función sexual de la mujer depende de la relación con su pareja, por lo cual es necesario involucrarla, para presentarle diferentes opciones que ayuden a mejorar nivel de satisfacción sexual que la mujer puede alcanzar. El apoyo psicosocial es importante para mejorar su imagen corporal y autoestima sexual, así como la fisioterapia para el fortalecimiento del piso pélvico, en los casos leves a moderados de alteración del piso pélvico.

Para casos leves o moderados, en la actualidad se utiliza una terapia con láser YAG en el que se realiza una estimulación fototérmica, que produce la remodelación del colágeno y la síntesis de nuevas fibras a lo largo de la pared vaginal anterior y región de la uretra. El resultado final es la contracción y endurecimiento del tejido de la mucosa vaginal y la fascia endopélvica rico en colágeno y, posteriormente, un mayor apoyo a la vejiga y la recuperación de la función normal de la continencia.

En los casos más severos la cirugía de piso pelviano es muy exitosa y ha permitido que los síntomas relacionados con la incontinencia urinaria y el prolapso mejoren la vida sexual de las mujeres afectadas.  

En conclusión, las alteraciones del piso pélvico en las mujeres, son un tema poco tratado por  las mujeres que lo padecen y los profesionales de la salud, debido principalmente al desconocimiento de su existencia.  El piso pélvico puede presentar diferentes grados de afectación  como consecuencia de  los embarazos y partos.  Las dificultades en la sexualidad, de las mujeres con problemas del piso pélvico, son temas de los cuales habitualmente no se habla ni por los profesionales de la salud ni por las mujeres, por lo cual es necesario incorporarlo sistemáticamente al brindar el cuidado a la mujer con esta condición. Se debe proporcionar educación para mejorar las dificultades de la función sexual, haciendo énfasis en profundizar en las causas de la disminución de la intensidad de orgasmo, falta de deseo y disminución de la satisfacción sexual, incorporando para ello un equipo interdisciplinario en el que se aborden los aspectos anatómicos, emocionales y psicológicos que pueden estar influenciando la función sexual de la mujer con alteración del piso pélvico. Además de presentar las diferentes opciones terapéuticas que puedan mejorar la vivencia de su sexualidad y su calidad de vida.

 

Por: Alexandra Caballero Guzmán
Médica, Estudiante de Maestría en salud sexual y reproductiva Universidad El Bosque

 

REFERENCIAS

  1. Adams, E. R., & Torres…, J. M. Impacto de la fisioterapia para la reeducación del suelo pélvico en la calidad de vida de pacientes con incontinencia urinaria.
  2. Flores, C., & A Araya, J. Descripción de la función sexual en mujeres con alteraciones de piso pélvico en un hospital público de Santiago.
  3. Flores, C., & Pizarro, J. Calidad de vida en mujeres con alteraciones del piso pélvico: revisión de la literatura.
  4. García, L. Trabajando la incontinencia urinaria en atención primaria: satisfacción, sexualidad y cumplimiento terapéutico.
  5. González, S. G., & González…, L. D.  Evaluación de un programa de educación sexual sobre conocimientos y conductas sexuales en embarazadas.
  6. Mestre, M., & J Lleberia, J.  Los cuestionarios en la evaluación de la actividad y función sexual en mujeres con incontinencia urinaria y prolapso de órganos pélvicos.
  7. Outeiriño, J., & AJR Pérez, A.  Tratamiento de la disfunción del suelo pélvico.
  8. Urrutia, S., & M Teresa, G.  Características y evolución de la sexualidad en mujeres histerectomizadas.

 

El trastorno orgásmico femenino se caracteriza por la ausencia total o parcial del clímax y se puede acompañar de alteración en la intensidad del mismo.

Las mujeres pueden experimentar esta clase de alteración desde el inicio de los encuentros sexuales o después de experimentar actividad sexual normal.

En ocasiones las mujeres pueden presentarlo con alguna pareja específica ó al asociarse a eventos y situaciones tales como una desilusión afectiva ó al relacionarse con una persona que no cumpla sus expectativas, entre muchos otros; pero incluso en los casos más severos se puede observar  de forma constante, en donde se debe descartar la presencia de condiciones médicas que lo desencadenen.

Teniendo en cuenta los diversos escenarios que pueden estar relacionados con los trastornos orgásmicos es necesaria una evaluación completa que incluya el ámbito médico ginecológico, psicológico y sexológico para dar las mejores herramientas de manejo de forma individualizada.

La percepción sobre el sistema genital propio constituye uno de los principales tópicos a tratar dentro de la disfunción sexual femenina.

La seguridad que brinda el sentirse conforme con la apariencia externa y la manera como se sienten los genitales lleva a un adecuado desempeño sexual.

Dentro de las condiciones que pueden afectar la vida sexual de la mujer se encuentran:

  • Pigmentación oscura sobre los genitales externos
  • Flacidez y/o pérdida de consistencia de los labios mayores
  • Labios menores prominentes
  • Sensación de amplitud vaginal que limita el roce de las paredes vaginales durante la penetración
  • Pérdida de tensado y firmeza de las paredes vaginales
  • Resequedad vaginal y falta de lubricación

Cada uno de éstos puntos previamente descritos pueden llevar a inseguridades sobre el propio cuerpo, a disminuir el amor propio, a evitar tener acercamientos o encuentros sexuales, a no disfrutar de las mismas en caso de acceder a tenerlas e incluso en algunos de los casos, a tener dolor con la penetración ó disminución de la sensibilidad vaginal limitando los orgasmos en la mayoría de los casos.

Debido a lo anterior siempre se debe indagar y no dejar de lado las necesidades anatómicas dentro de la evaluación individualizada de cada mujer. Actualmente existen tratamientos que se pueden utilizar para resolverlos y llevar a un mejoramiento de la calidad de vida, de las relaciones en pareja y también de la relación con sí misma al mejorar la autoestima.

En Femclinic, ofrecemos tratamiento a las múltiples circunstancias expuestas utilizando tecnología láser de CO2 fraccionado el cual ha demostrado con robusta evidencia científica y alta seguridad (Aprobación FDA e INVIMA) su efectividad en tratamientos no sólo cosméticos sino también funcionales.

Mujeres y hombres, con cuerpos diversos no sólo biológica sino socioculturalmente, regidos por normas del territorio en el que habitan, que definen la feminidad y la masculinidad, requieren una mirada distinta desde la salud en cuanto a la vivencia de su propia sexualidad.

El ejercicio de una sexualidad sana en las mujeres, depende en gran medida del grado de información y conocimiento que ella tenga en torno a los cambios naturales que presenta a lo largo de la vida y como estos, propios de la vivencia de ser mujer: ser madre o no, la menopausia temprana o tardía, los cambios en el ciclo hormonal que se dan con frecuencia, el paso del tiempo que se evidencia tanto en la piel como en los genitales y en el deseo, entre otros; pueden revertirse, ajustarse, disminuirse, tensarse y finalmente re-disfrutarse.

Atender los requerimientos en salud sexual acorde con las necesidades específicamente de las mujeres requiere entender que muchas de las enfermedades no se visibilizan tal vez por vergüenza o por o tabú o porque no son abordadas en consulta por las pacientes o los profesionales de la salud (Caballero, A. 2017), lo que plantea la necesidad de transformar ese imaginario social que afecta las concepciones, los procedimientos y las acciones sobre las mujeres y su sexualidad.

Al hablar de salud sexual femenina es necesario partir del reconocimiento de que el género repercute decididamente en la manera de enfermar las personas y de asumir su salud (Lafourie, MM, 2011).  Por lo tanto, pensar en torno a lo femenino, al cuerpo de la mujer y sus procesos, a una adecuada atención en salud sexual, es pensar en el profesional que sabe, que conoce, que se especializa, que indaga e investiga sobre aquellas disfunciones sexuales y las formas diversas de abordar los tratamientos desde la concepción de que la mujer y aquello que la aqueja, en muchas de las ocasiones compromete no sólo al ámbito físico sino a la esfera psicosocial, cuyo origen merece ser establecido de manera integral puesto que influye en la calidad de los servicios que las atienden.  

Reflexionando sobre esto, hoy por hoy se observa en el campo de las ciencias médicas, el compromiso de distintos profesionales de la salud con relación a la sexualidad de las mujeres, lo cual se ve reflejado en la estructuración transdisciplinar de nuevos servicios especializados, convirtiéndose en responsables de transmitir la información, los conocimientos, actitudes y prácticas sobre la sexualidad femenina, en mejora de la vivencia de ese cuerpo sexual y erótico que las conforma.

 

De esta manera, romper el silencio y acudir a los profesionales adecuados, no solo permite prevenir enfermedades sino recuperar el bienestar.